Tras el golpe militar de
1936, el Castillo de Cuéllar se convirtió en cárcel y después en Sanatorio
Penitenciario. El mismo proceso que el fuerte de San Cristóbal, cárcel desde la
revolución de Octubre de 1934 y conversión posterior en Sanatorio Penitenciario. Fueron numerosos los
intercambios de presos ocurridos entre estas dos cárceles.
El 11 de noviembre, con una
sala llena, varios familiares relataron la experiencia de la represión en sus familias y sus
consecuencias. Después dialogamos sobre la situación actual de las víctimas y
las posibles vías para superar una situación a la que oficialmente nunca se ha
dado la respuesta adecuada.
Los testimonios de Ángel, Celia, Rubén, Montse y resto de familaiares fueron emotivos,
sinceros; para algunas personas era la primera vez que hablaban en voz alta de
lo sucedido, cómo lo vivieron, qué les ha supuesto. Una jornada inolvidable para todas las personas
presentes, hablantes y oyentes, familiares o no.
Durante la quincena en que
ha estado expuesta, se han ido visionando documentales, escuchando canciones, viendo
diversos documentos.
Gracias a Montse Sanz R.,
impulsora de la exposición y a la coordinación de Montse S.S., Antonio y resto
de compañeras y compañeros de Izquierda Unida de Cuéllar, grupo que está
realizando un importante trabajo con la Memoria de las víctimas del franquismo.
Salud.
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