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miércoles, 17 de junio de 2020

CONTINÚA EL HOMENAJE VIRTUAL 2020 (IV))

 Desde Nava de la Asunción Ángel Sanz Vírseda  envía esta carta para su tío abuelo, muerto en San Cristóbal y enterrado en el cementerio de Ballariain. Deseamos que pueda ser exhumado y llevado con su familia.

Estas breves palabras van dedicadas a la memoria de mi tío-abuelo Ángel Sanz García (1910-1940) que murió de Tuberculosis (enfermedad pulmonar causada por una bacteria) contraída durante los más de dos años que pasó preso en condiciones infrahumanas en el Fuerte de San Cristóbal de Pamplona.
Ángel Sanz García
Salud, confinamiento, lucha, guerra, muerte, unidad, héroes…, estas palabras han sido muy repetidas estos días. No se puede comparar la situación en una Guerra Civil de hace más de ochenta años, con una pandemia sanitaria. Pero en algún momento del confinamiento me he vuelto a acordar del sufrimiento que pasaron en esta prisión.
Espero que esta pandemia no provoque más olvido hacia las víctimas del franquismo y que se puedan volver a recuperar todos los trabajos que se estaban llevando a cabo por administraciones públicas, asociaciones privadas y familiares.
Su sobrino Ángel Sanz Encinas
No se trata de reabrir heridas, sino de encontrar y dar un entierro digno a nuestros seres queridos, enterrados sin poder despedirse de sus familiares. Esta situación se ha repetido estos meses por motivos sanitarios con los muertos por el virus Covid-19.
Todavía no hemos podido enterrar a mi tío-abuelo en su pueblo, Nava de la Asunción (Segovia), del  que se lo llevaron después de decir a su madre “esté tranquila, no he hecho nada, volveré pronto”. Seguimos  y seguiremos intentando recuperar sus restos y honrar su memoria.
La historia de España debería dejar de ser la más triste de todas las historias, como dice el poeta Jaime Gil de Biedma y que sea distinta en donde ya no cuenten los demonios.



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