El pasado domingo, 10 de noviembre, fue exhumado otro de los presos enterrados en el cementerio del fuerte San Cristóbal para regresar a su tierra con sus familiares. Se trata de ANTONIO FERRER MOLINA, natural de Carcaixent (Valencia). Había llegado al fuerte el 17 de marzo de 1944 procedente de la prisión de Teruel y falleció el 22 de mayo de ese mismo año a causa de tuberculosis pulmonar.
Estaba casado con Consuelo Alcoy y tuvieron una hija,
Consuelo Ferrer, que es quien ha recibido sus restos en el cementerio de las
botellas.
Era albañil de profesión, miembro de la CNT y había sido
condenado por un tribunal de Valencia a 20 años de reclusión mayor en sentencia
de 31/08/1942. Ingresó con 28 años en la cárcel de Valencia el 13/02/1941
procedente de un batallón disciplinario y fue trasladado a la prisión de Teruel
el 8/12/1942 donde permaneció hasta su traslado al fuerte San Cristóbal.
Como el resto de enterrados en este cementerio, fue
expuesto a la vista y sus restos
etiquetados en junio de 2010 en un trabajo conjunto de la Sociedad Aranzadi y
Txinparta que localizaron e identificaron a todos los enterrados en este lugar.
Nos congratulamos por este retorno con su familia, hija y
nietos, a quienes pudimos acompañar en esta recuperación de Antonio. Con él son
ya 46 los restos recuperados y quedan otros 83, algunos de los cuales permanecerán
para siempre en este lugar por decisión de sus familias.