Que falleció en el Fuerte de San Cristóbal el 24/01/1940 y fue enterrado en el Cementerio de Berriosuso. Su hermana Milagros nos envió esta carta cuando se inauguró la placa en recuerdo de los presos allí enterrados. Fecha en que se cumplían los 70 años de su fallecimiento.
¡Santiago,!
¡Estoy junto a ti!
Tú
tenías 18 años y yo tenía tan sólo 5 cuando me apartaron de ti y de papá. Hay
momentos en la vida que te cambian para siempre. Desde aquel momento vivir dejó
de ser para mí un camino de rosas.
Nos
quitaron muchas, muchas cosas, pero lo más valioso, vuestras vidas, ya no las
pudimos recuperar.
Ojalá
mi vida fuera tan ligera como cuando papá me subía a sus hombros, ojalá hubiera
sido así, en vez de tener que arrastrar por siempre vuestra ausencia. Hay gente
que dice que es mejor no volver la vista atrás, ¿Pero qué sentido tiene esa
expresión cuando la añoranza está siempre delante?
A
pesar de todo he tenido y tengo momentos de felicidad. Tuve un hijo, Suso y una
hija, María, y luego vinieron 3 nietos. El primero fue Marcos y luego, por
parte de María, Carlos y Álex.
Por
lo dura que fue la vida conmigo tuve que escapar a París para sobrevivir
intentando esconder la debilidad por donde salía, pero también he vivido
momentos divertidos y de amor. Te cuento esto porque me hubiera gustado que lo
hubieras sabido.
Pasaste
3 años entre esos muros del horror, muros a los que otros llaman
eufemísticamente prisión, penal o fuerte. Moriste por una tuberculosis pulmonar
y con ceguera malviviendo en un lugar húmedo, infestado de parásitos, por el
que hasta corría el agua. Cuando pude ver con mis propios ojos aquel lugar...no
podría decir lo que sentí.
Pero
debes saber Santiago que mamá estuvo allí, a pesar de la distancia, te intentó
visitar varias veces, pero nunca lo consiguió. Creo que se debió a que algún
inepto te puso por segundo apellido “Fernández” en vez de “Rodríguez”...
¿Pensarías
que tu familia te abandonó? ¿Pensarías que tu familia habría sufrido tu suerte?
¡Cuánto, cuánto sufrimiento para un joven de 18 años condenado a cadena
perpetua!
Tu
firma, tu mera firma impresa en la detestable hoja que soportó la odiosa tinta
de tu sentencia, fue algo emotivo para mí, porque era simplemente algo tuyo.Ahora
que España se atreve a mirar de reojo y con disimulo hacia atrás tengo la
esperanza de darte una digna sepultura, porque cualquier cosa tuya es
importante para mí y siento que haciéndolo te doy los cuidados que nunca
recibiste.
Te
quiero hermano, te quiero y siempre te querré y aunque no puedo prometerte que
conseguiré llevarte junto a mamá, quiero que sepas que esa es mi intención y
que en la medida de mis posibilidades lo intentaré.
Con
estas palabras dichas espero haber calmado tu soledad y que hayas sentido todo
el amor que te tengo.
Tu
hermana, que siempre estará contigo.
Milagros Rajo
Rodríguez. 24/01/2010
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