PAMPLONA. Cientos de personas han recordado a los fusilados en Pamplona tras el golpe de Estado de 1936 en un acto, en el que los familiares de las víctimas han estado acompañados por representantes del Gobierno de Navarra y en el que la demanda de justicia ha sido la principal reivindicación.
La vuelta del Castillo, junto a la placa que recuerda a las víctimas, ha sido el escenario de este acto, celebrado por décimo año, en el que la música y el teatro han apoyado los testimonios y las reivindicaciones y en el que no ha faltado una ofrenda floral.
En esta ocasión ha habido una importante representación institucional, con la asistencia de la presidenta Uxue Barkos, la consejera Relaciones Ciudadanas e Institucionales, Ana Ollo, y el director general de Paz, Convivencia y Derechos Humanos, Álvaro Baraibar Etxeberria.
Barkos, quien esta tarde asistirá al descubrimiento de una placa en homenaje a todos los fusilados en Peralta en 1936, ha abogado por "mantener firme la memoria para que momentos como estos no se vuelvan a vivir".
Su presencia, así como la de cargos electos de UPN como Enrique Maya y María Caballero, ha sido puesta en valor por miembros de la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra, que han destacado igualmente la participación de representantes de todos los partidos presentes en el Parlamento foral, excepto el PP.
"¡Qué mejor momento para que todas las fuerzas políticas estén aquí!", ha sostenido al respecto la presidenta de la asociación, Olga Alcega, quien ha añadido que también le hubiese gustado que "estuviese la Iglesia, porque directa o indirectamente fue partícipe de estos hechos", por lo que "todavía falta", ha aseverado.
Al respecto ha remarcado que "no importan las ideologías" cada uno tiene la suya, pero aquí, ha insistido, "se está hablando de los derechos de unas víctimas" y de denunciar unas muertes "injustas, ya que no hay que matar a nadie por ningún tipo de ideología".
En su intervención en el acto ha recordado que los pilares de la memoria histórica son "verdad, justicia y reparación" y si falla cualquiera de ellos "nunca se producirá la verdadera cura de un dolor que no tiene mejoría por muchos años hayan pasado".
Una vez que el actual Gobierno de Navarra ha asumido una tarea que ellos venían realizando como son las exhumaciones, ahora se tienen que centrar en otro pilar que es la justicia.
Así ha recordado que han ido a la Audiencia Nacional, a la querella Argentina y desde hace dos meses están poniendo denuncias en la comisaría de la Policía Foral de Pamplona, tras lo que ha mostrado el apoyo de la asociación a los hijos, nietos y sobrinos de las víctimas que decidan seguir este camino.
"Algún día habrá un juez valiente, que interprete que los delitos de lesa humanidad no prescriben, que las desapariciones forzadas hay que investigarlas, que ya sabemos que no van a volver, que ya sabemos que murieron, pero que investiguen donde están, que saquen los archivos de la guardia civil, que digan quien los asesinó", ha apuntado, tras lo que ha concluido que lo quieren es que "se haga justicia. Nunca más y para nadie esos horrores".
Previamente, Joaquín Arroyo, hijo y nieto de dos hermanos asesinados, Agustín y José María Arroyo, ha relatado sus vivencias como un niño que iba a cumplir 5 años en aquel momento.
"Los gestores de la voraz e insatisfecha derecha, nunca han entendido, ni quieren comprender, que tras ochenta años de angustiosa y tortuosa esperanza, ya es hora de que por lo menos intentemos saber y sepamos dónde reposan, simplemente cubiertos de tierra, los cuerpos de nuestros seres queridos, y poder darles un definitivo y digno asentamiento", ha remarcado.
En la ofrenda floral han participado, además de los miembros del Gobierno, cargos electos de Geroa Bai, Podemos, PSN e I-E y el secretario general de la UGT, entre otras personas.
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