HOMENAJE 2018: 80
ANIVERSARIO DE LA FUGA
Egun on,
ongi etorriak.
Buenos días,
bienvenidas, bienvenidos.
Gracias por
acudir a este homenaje un año más; sobre todo a quienes venís de un poco más
allá: Francia, Segovia, Galicia, Valladolid, Cantabria, Euskadi, Madrid,
Cataluña… u otras comunidades; y a quienes nos envían saludos desde Huelva, Méjico
o Nueva York. Os tenemos también presentes.
Saludamos
también la presencia de Ana Ollo, Consejera de Relaciones Ciudadanas e
Institucionales del Gobierno de Navarra y responsable de la Dirección de Paz,
Convivencia y DDHH por su impulso a la Memoria de este Penal, en este octogésimo
aniversario de la fuga.
80 años de
la fuga. 30 desde nuestro primer homenaje. 30 años desde la colocación del
monolito repetidamente atacado y que los falangistas destruyeron en 2009. El
pasado sábado lo repusimos y afirmamos así que la memoria no retrocede.
Cuatro
ayuntamientos, Ansoain, Berriozar, Berrioplano y Ezkabarte se han implicado
coordinadamente para su reposición y mantenimiento a petición de Txinparta.
Gracias a los cuatro.
Llegamos
tarde al reconocimiento de los presos encerrados en este fuerte militar
reconvertido en Prisión Central o Prisión Fortaleza de San Cristóbal, nombre
grabado en la memoria de todas las familias diseminadas por la península y
otros países. Nombre que habla de más de 7.000 presos, más
de 700 muertos y asesinados, de 795 fugados, de 206 asesinados en la fuga, de
14 fusilados por organizarla, de 131 presos muertos de tuberculosis y
enterrados con una botella entre las piernas aquí al lado, en el cementerio de
las botellas, de 12 cementerios de la antigua Cendea de Ansoain que acogen a
203 presos muertos, de muchas fosas comunes dispersas y aún sin localizar; de
dolor, en definitiva.
Pero San
Cristóbal, en la cima de este monte Ezkaba, es también nombre al que aferramos la memoria
que, a pesar de todo, va emergiendo. Al que asociamos también los sueños
plasmados en los grafitis; el color de los sueños en la oscuridad de la primera
brigada, en la celda de castigo. También el rescate de sus huesos, en las fosas
de la fuga, en el cementerio de las botellas, el rescate de sus historias desde
los archivos, los documentos, las fotografías; el rescate de las redes
solidarias, del apoyo imprescindible de las mujeres. Rescatamos también el
calor de los homenajes, el contacto entre tantos familiares, la implicación de
las instituciones, el afloramiento de la memoria en los centros de enseñanza,
en grupos de jóvenes y colectivos diversos; la plasmación en el arte, en la
música, en los monumentos de recuerdo, en la confección regeneradora de las
arpilleras, en vuestra presencia.
Hace un año
os informábamos de que 32 de los presos muertos en la fuga habían sido
recuperados. En este momento ya se ha llegado a 45, si incluimos los dos
descubiertos esta semana en Leranotz. Vamos avanzando, pero restan 160
dispersos por un sinfín de fosas sin localizar.
Este rescate
de la memoria nos conduce, más que al pasado, al futuro. Quizás sea desde la
memoria el único lugar desde el que podemos plantearnos realmente un futuro
democrático. La memoria nos aporta luz, mucha luz para hacer posibles los
sueños que impulsaron a los presos en aquella fuga imposible.
Un saludo y
que sigamos reencontrándonos aquí cada año, también en el octogésimo primer
aniversario. Eskerrik asko Txinpartaren izenean. Gracias, en nombre de
Txinparta -Fuerte de San Cristóbal Red de Memoria Colectiva.
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